En un mundo de almuerzos de oficina y cenas en solitario viendo maratones de series, hemos empezado a tratar la comida como poco más que combustible. Pero ¿y si la clave para mejorar nuestro estado de ánimo y crear conexiones reales se escondiera en nuestro plato? Según el dietista londinense Emiliano Pena, no solo se trata de *qué* comes, sino de *cómo* y *con quién* comes, lo que puede marcar la diferencia.
Más que sólo nutrientes
Hablando en el Cómo salir con hombres En un podcast, Emiliano Peña, quien aporta una trayectoria única como neurocientífico y dietista, desgranó su filosofía. Argumenta que, si bien los nutrientes son la base, el acto de comer tiene un poder que a menudo pasamos por alto.
“Por supuesto, lo que comemos es importante porque de ahí obtenemos nuestros nutrientes… Pero cómo comes y con quién comemos también puede ser igual de importante, porque si te tomas el tiempo para disfrutar de tus comidas, conectar con la comida… eso te ayuda a conectar contigo mismo y aumenta tu bienestar”.
La pasión de Peña proviene de su herencia mexicana, donde la comida es fundamental para la celebración y la convivencia. Explicó que esta formación cultural, combinada con su investigación científica, lo inspiró a compartir una visión más holística de la nutrición. Es una idea poderosa con respaldo científico; estudios mencionados por fuentes como la AARP demuestran que los vínculos sociales fuertes pueden ayudar a reducir el riesgo de demencia, estrés y ansiedad. Para Peña, combinar la interacción social con una comida compartida es la receta perfecta para el bienestar.
Una receta para la comunidad en la gran ciudad
Poniendo en práctica su filosofía, Pena organiza una serie de eventos gastronómicos íntimos en Londres, que promociona en su Instagram, @emilianopenanutritionEstos talleres, a menudo llamados "Cocinando con cariño", están diseñados para crear un espacio donde hombres gay, bisexuales y queer puedan conectar en un ambiente relajado.
¿Cómo son estas reuniones? Piensa en una clase de cocina menos formal, más como una "terapia culinaria", como la llama Pena. Pequeños grupos de 8 a 10 personas se reúnen para crear comidas deliciosas y saludables desde cero, desde ñoquis y tacos caseros hasta rollos de sushi recién hechos.
“Es un grupo de hombres que comparten recetas saludables… Todos contribuyen a la preparación de la comida y luego comemos juntos”, dice. “Mi objetivo es crear una especie de comunidad que luego pueda crear vínculos y contribuir al bienestar a través de una alimentación saludable”.
En una ciudad bulliciosa como Londres, donde la soledad es una preocupación creciente, estos eventos ofrecen un antídoto muy necesario. Aprovechan una tendencia más amplia de grupos sociales basados en actividades que fomentan una conexión genuina sin la presión de la vida nocturna habitual.
Tu primer bocado hacia la alimentación consciente
Si bien la alimentación no es la solución milagrosa para la salud mental, Peña enfatiza que es una herramienta poderosa que cualquiera puede usar. ¿Listo para hacer un cambio? Su consejo es sencillamente refrescante y alcanzable.
Tener en cuenta: Deja el teléfono a un lado. Presta atención a los colores, olores y texturas de tu comida. «Concéntrate en la comida», aconseja. Hacer varias cosas a la vez es enemigo del disfrute.
Empieza pequeño: No intentes cambiar tu dieta por completo de la noche a la mañana. "Sé amable y compasivo contigo mismo", señala Pena. "No necesitas perfeccionarla desde el principio porque podría resultar abrumador. Empieza con una sola cosa". ¿Un buen primer paso? La hidratación. Mantenerse hidratado es crucial para la concentración y el rendimiento.
Compartir una comida: Busca oportunidades para comer con otros. Ya sea una comida compartida con amigos o uniéndote a un grupo gastronómico local, compartir la experiencia es donde surge la magia.
La obra de Pena es un vibrante recordatorio de que la comida es mucho más que lo que dice la etiqueta. Es un lenguaje compartido, una fuente de alegría y una forma de forjar los lazos que realmente nutren nuestras almas.
Creo que esa es la magia de estos eventos: la combinación de cocina, comida y comunidad. Es una experiencia muy enriquecedora en todos los sentidos.